Dedicatorias

A mis padres, Oscar y Maria. Por lo que fueron
A mi esposa, Emilce. Por lo que es
A mis hijos, Emilio y Julia. Por lo que son y seran

horas extras

y se sillan a la mesa
hablar de las eternas
tan tranquilos

palabras inpenetrantes
rebote en rebote

nada

antiempesando vuelven
retoman el a diario
huecos
unas sombras
huecos

pensaron que pensaban
y al fin nada