Dedicatorias

A mis padres, Oscar y Maria. Por lo que fueron
A mi esposa, Emilce. Por lo que es
A mis hijos, Emilio y Julia. Por lo que son y seran

Tómela bien helada

Mentirosa
Místicamente mentirosa
Estaba allí La ciudad
Todo se fue
Como un suspiro
A traición
de la mano que asesinó la historia
a barras y estrellas
todo se fue


el
volvió al reverendo
nada era el verbo que le dejaron
conjugar

amanecer de derrotas
pantalones bajos de algunos
magos y filántropos de la discordia
avestruces

ni la limosna en la mano
ni la iglesia
ni los imbéciles creyentes
comprando la eterna huevada por dos centavos

padre nuestro
solo el
la soledad solo solamente
solamentiras

él
basura y pederasta de la simiente falsa que se cague

nada queda nada de nada
toda una vida

la catedral única y final putamente de pie
y nada más ruinas que le dicen

él
a su salud o sin ella
brinda en la tarde final

total

todo va mejor con coca cola