Dedicatorias

A mis padres, Oscar y Maria. Por lo que fueron
A mi esposa, Emilce. Por lo que es
A mis hijos, Emilio y Julia. Por lo que son y seran

reventara la calle

impresiona la locura
que con el tronar
patalea y se oxida

con la mano sobre el lomo
nos quieren morder los sesos
nos quieren comer los pubis

allá atrás
botín de guerra
los penes rodaron a destajo

por lo tanto
y en cualquier momento
reventara la calle