liliana souza
I
El agua
opone su jadeo.
Ese rumor
ira subterránea
sólo deja espacio
y se redime
para amordazar.
II
Desbocada
puesta a persistir
en su añeja y vasta
mordedura,
el agua se retira en desorden.
Como un mantel
jalando
la sobremesa.
III
No habrá éxodo
sino sorpresa en los límites.
El agua
no cicatriza.
Se acoda y puja
en aparente
estado terminal.
IV
El agua
debajo del agua
más agua
engendra.
El resto
es fuga para el ojo.
V
El agua
separa idénticos perfiles.
Con voces moribundas
curva orillas
menguando la frontera
de sangre y barro.
Migajas para la miseria
y la unción.
El agua
ya no hace fondo.